En lo que a bolardos se refiere, hoy en día una persona con un ordenador que dispone de conexión a Internet ya tiene todo lo necesario para adquirir un par de topes para proteger su plaza de garaje. ¿Y qué función tiene este objeto? La misión de los bolardos no es otra que la de evitar que durante la maniobra de estacionamiento el vehículo pueda sufrir algún daño, ya que como muy bien saben todos los que tienen que aparcar a diario en una plaza de garaje de espacio muy limitado, resulta demasiado fácil golpear el coche si uno no pone el 100% de la atención en el aparcamiento. Basta con que el móvil suene durante el estacionamiento del vehículo como para que ese segundo de distracción provoque un golpe contra una columna o una pared que no funciona más que a modo de obstáculo en el garaje.
El funcionamiento de un bolardo se explica también en pocas líneas: cuando el conductor nota que su vehículo se está subiendo con las ruedas a los topes significa que hay que dejar de acelerar y hay que pisar el freno porque el vehículo ya se encuentra estacionado aprovechando al máximo el espacio disponible sin poner en peligro la integridad de la carrocería. En condiciones normales uno puede aparcar tranquilamente el coche sin necesidad de esta ayuda pero… ¿y qué ocurre con los días en los que hay que ir corriendo de un lado a otro?