En estos momentos de crisis económica se hace más necesario que nunca conseguir crear puestos de trabajo para que el consumo aumente y se estabilice la economía. Esto as su vez produce un efecto llamada, dado que al aumentar el consumo se necesita más personal para atender la demanda.
No importa con qué tipo de puesto de trabajo se empiece, hacer topes para estacionamiento o pintar fachadas, recortar setos o escribir artículos en periódicos. Lo verdaderamente importante es que se comiencen a crear para que los trabajadores sientan que pueden adquirir productos sin miedo a perder sus empleos, lo que los dejaría en una delicada situación al no poder hacer frente a los pagos de los objetos obtenidos. Esta incertidumbre genera una contracción en el consumo, lo que produce el efecto contrario al que se busca, es decir, que se genere una demanda inferior que produce que haya un exceso de personal y como si se tratara de fichas de dominó los puestos de trabajo se destruyan uno detrás de otro.