El concepto de pacificación del tráfico existe desde hace casi un siglo como estrategia para reducir la velocidad de los automovilistas en las zonas residenciales. Una de las principales formas de lograr este objetivo es mediante señales y otros dispositivos de tráfico. A continuación se exponen algunas de las formas en que la pacificación del tráfico ha funcionado para reducir el ruido y la contaminación atmosférica.
Componentes de la pacificación del tráfico
La pacificación del tráfico se basa en las “tres E”: ingeniería, educación y aplicación de la ley. Los ingenieros estudian la comunidad y sus carreteras para determinar qué dispositivos de tráfico funcionarán mejor en un lugar determinado. Para que los principios de pacificación del tráfico funcionen, la comunidad debe informarse sobre el funcionamiento de estos dispositivos y los agentes de la ley deben hacer cumplir las leyes de tráfico.
Los Speed Bumps se utilizan en las calles residenciales como medida de pacificación del tráfico para garantizar una velocidad más baja. Durante la mayor parte del siglo XX, los ingenieros diseñaron las calles pensando en la conducción, pero ahora los urbanistas modernos buscan acercar a los ciudadanos. Tradicionalmente, las calles han separado los barrios, pero hoy en día hay una creciente demanda de paz y privacidad.
Los ingenieros utilizan diversas estrategias para crear entornos de tráfico más tranquilos, como estrechar los carriles de circulación y añadir plazas de aparcamiento, carriles para bicicletas y aceras. Los carriles más estrechos hacen que los conductores presten más atención a la hora de conducir con seguridad. El uso de barreras para crear zonas peatonales es otro método eficaz para calmar el tráfico y la seguridad de la comunidad.
Otros métodos para calmar el tráfico
Se utilizan diversas tecnologías para influir en la disminución de la velocidad del tráfico. Las señales activadas por el vehículo pueden enviar un mensaje a los conductores que circulan con exceso de velocidad para que reduzcan la velocidad. Las intersecciones con foto sirven para advertir a los conductores que no pueden saltarse un semáforo en rojo si la fotografía demuestra lo contrario. Las cámaras instaladas en los cruces han ayudado a los gobiernos locales a recaudar ingresos por concepto de multas de tráfico que no podrían haberse emitido el siglo pasado.
Otro método para calmar el tráfico es la instalación de semáforos activados por sensores que detectan la velocidad del tráfico. Esta tecnología permite a los responsables del control del tráfico establecer umbrales de velocidad para activar los semáforos. Los radares de velocidad se utilizan en Europa para expedir multas automáticas basadas en las infracciones de velocidad documentadas por las cámaras. Varios estudios han demostrado que estos dispositivos para calmar el tráfico han reducido las colisiones y las muertes por tráfico en el Reino Unido.