La instalación de los topes para estacionamiento, al contrario de lo que piensa mucha gente, es algo tan simple de realizar que en una mañana y con la ayuda de algún amigo uno puede tener su plaza de aparcamiento “blindada” para evitar esos típicos golpes y roces que se producen muchas veces durante la maniobra de aparcamiento debido al ridículo espacio que ofrecen hoy en día las plazas de estacionamiento que se diseñan con la única intención de albergar el máximo número de coches posible sin tener en cuenta los problemas que ello puede causar en los usuarios.
Así que dada esta situación se hace indispensable emplear estos topes de estacionamiento, ya que sin ellos uno puede tener un día malo en el que debido a que se tiene muchas cosas en la cabeza aparece un despiste que provoca un daño en el coche que puede empeorar aún más un día en el que uno desearía no haberse levantado de la cama. Por otro lado, muchas veces un mismo coche es conducido por otros miembros de la familia que quizás no tienen tanta experiencia al volante y que por lo tanto necesitan esa pequeña ayuda a la hora de aparcar para así dejar el coche perfectamente estacionado sin dañarlo en la maniobra.
Nunca un producto tan simple había evitado tantos problemas, y más aún teniendo en cuenta lo económico que resulta en comparación a lo que puede llegar a costar pintar un coche entero.