La oración espiritual



A veces tomamos caminos que no sabemos cómo transitar y la espiritualidad es uno de ellos. Ser espiritual no significa tener en boca la palabra del Dios en que crees y andar pregonando sus ideas a cualquiera que se te atraviesa en el camino. La espiritualidad implica un cambio desde el interior de tu ser, es hacer una limpieza profunda y desechar las cosas malas que hay en cada uno de tus pensamientos para luego poder exteriorizar este estilo de vida.

La conexión con lo espiritual se logra a través de la oración. Con este método podrás encontrar un estado de reflexión, de paz y de armonía con tu espíritu. No se necesita seguir una religión o a un líder: si buscas paz, sólo basta con creer en las energías superiores y encontrar un momento para conectarte con ellas.

La dimensión espiritual es lo que va a dictar la paz que tanto buscas y lo que va a mantener tu espíritu limpio, y con la oración vas a poder establecer una conexión directa, pues se trata de dedicarle tiempo a la reflexión y la conversación con ese Dios que tanto te incita a ser mejor.
Es un momento íntimo y personal que puede durar el tiempo que tú decidas, en ese periodo evalúas tu comportamiento, recuerdas los valores y principios que dicta las energías espirituales en las cuales crees. De allí sólo obtendrás beneficios, serás mejor ser humano después de que ores y de que pongas en práctica lo que reflexionaste, y encontrarás tranquilidad y paz  en tiempos en los que la superficialidad le gana espacio a la espiritualidad.

La oración es el medio de comunicación directa para establecer relación con esos seres superiores en los que tanto crees, ya que a través de ella podrás dedicarle y ofrecer tus promesas, actos y obras buenas que has realizado. La espiritualidad y la oración van de la mano, necesitas del día a día para reforzar ese lazo, pero no es difícil, sino sólo cuestión de decisión.

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