Cuando pensamos en personalizar un artículo de nuestro hogar debemos tener en cuenta los factores de personalización que estos artículos pueden tener. En el caso de que decidamos personalizar una alfombra o un tapete debemos tener en cuenta que existen dos factores, podremos personalizarlos plasmando una imagen, un dibujo, un logotipo o lo que queramos en el tapete.
El otro factor que nos queda sería modificar la forma a nuestro tapete pero estas dos acciones no las podemos realizar en cualquier lugar, existen establecimientos especializados que se encargan de personalizar artículos de hogar, deberemos buscar en internet negocios que nos ofrezcan personalized door mats aunque si prefieres ahorrarte un dinero y aún no tienes tu tapete puedes comprarlo directamente personalizado, el costo del tapete será menor.
La palabra personalización está tan íntimamente ligada al mundo de la empresa que parece que ni siquiera se utilice para nada que no tenga que ver con productos comerciales o que solamente empresarios se puedan permitir.
Podemos diferenciar entre dos tipos principales de personalización. Encontramos la personalización colectiva, esa que lo que hace es crear un producto y su fabricante o la persona que los vende nos ofrece poner nuestro nombre o el nombre de alguien que queramos en el producto, incluso algunos de estos pueden llevar determinada fotografía para personalizarlos. Pero no dejan de ser productos que ya está fabricados y se les añade algún detalle con los que el cliente que los recibe se siente identificado, como tazas o tapetes personalizados.
Después está la personalización exclusiva, la verdadera personalización. Esta consiste en tener la suficiente cantidad de dinero como para permitirse acudir al fabricante de cualquier producto y encargarle que nos cree un artículo completamente único, fabricado para nosotros y en muchas ocasiones incluso diseñado por nosotros. De este modo el artículo es verdaderamente único, y en muchas ocasiones nadie tendrá nunca uno igual. Eso sí que es personalizar un producto de verdad, aunque eso es algo que no se pueden permitir todos los bolsillos.