Vas circulando tranquilamente con tu coche por la carretera. De repente ves que hay una hilera de vehículos parados en el carril por el que vas, y en el otro carril, y en el otro. Todo el tráfico está parado. Escuchas detrás de ti las sirenas de un coche de policía. Todos los conductores hacen lo que pueden para permitir el paso y mientras el tráfico se abre podemos ver que a lo lejos ha ocurrido un accidente. Poco a poco se empiezan a poner en marcha los coches de nuevo.
A medida que vamos circulando, el número de carriles se va reduciendo para permitir que los servicios de emergencia atiendan a los accidentados. Pasamos junto a los conos viales que delimitan el espacio por el que podemos pasar.
Hemos llegado un poco más tarde a casa, pero afortunadamente nosotros hemos llegado. Es posible que alguno de los implicados en el accidente tarde mucho más tiempo en poder entrar en casa.
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